domingo, 17 de enero de 2010

32 MARATON DONOSTI SAN SEBASTIAN: El 747 se extrelló.

Ahora ya se me ha pasado el enfado.
Ya no me acuerdo apenas de la tremenda decepción. Seguramente, muchas veces se han producido muchas coincidencias para que me salgan bien las cosas. Bueno, pues en esta Maratón, se juntaron unas cuantas para, al final, abandonara en el km. 30.

Han sido muchos km, muchos entrenos y mucha ilusión derrochada con el objetivo de hacer una marca maja en Donosti.

Después de bajar más de 10´en mi marca de Media Maratón, en la tercera media corria en tres semanas consecutivas. Despues de llegar a los 86 kilitos, más o menos, peso que puede que no tenga desde hace 20 años. Despues de tenerlo todo (o casi todo) atado, previsto y organizado....la fastidié!

Y eso que hasta el dorsal apuntaba bien... 747 el Jumbo que volaría por el cielo de Donosti.... Bueno, pues el jumbo no voló, se extrelló.

Errores previo a la carrera:






  • Estar una semana acatarrado (bueno, esto no es un error en si, fue una faena).

  • Elección erronea de la ropa (quizá demasiado abrigado).

  • Elección erronea del Hotel (demasiado lejos de Anoeta) y demasiados pintxos y demasiada sidrería previa....

  • No estrenar suficiente ritmo de maratón (en mi caso 5:40).

  • No haber entrenado suficiente "a sufrimiento".


He corrido medias y he entrenado a ritmos sensiblemete más rápidos del ritmo de maratón que me llevaría a las 4h (objetivo) y no he entrenado tiradas sostenidas para memorizar ese ritmo. Además, aunque los entrenos han ido muy bien, siempre he parado un poquillo antes de lo marcado, con lo que no he sufrido realmente ni en las tiradas largas previas. Ese punto de sufrimiento, también hay que entrenarlo.



El Domingo amaneció perfecto para correr. Nublado pero sin llover, fresco pero no el frío polar que se anunciaba (y que llegó por la tarde en forma de nevada brutal, no sólo a Donosti sino a todo el norte del país).




Salimos del Hotel desde el monte Igueldo con Fernando (mi vecino ) y un amigo suyo que también corría. Bueno, si tenemos en cuenta sus marcas (ellos iban a 3:30) yo era el que "también" corría. Llegamos relativamente pronto al parking de la plaza de toros que está justo detrás del estadio de Anoeta y tras pasar por los vestuarios con a típica racción de emoción y nervios, nos separamos a calentar cada uno por su lado.....ya nos veríamos en la meta más tarde.






Y en la salida otra vez, gran ambiente tanto de público como de corredores. Como siempre, me puse bastante al final, con lo que no me pareció que hubiera ni tan "poca" gente (comparado con Mapoma) ni tanto nivel de corredores. Evidentemente, los que nos ponemos atras tenemos nivel parecido. Empezamos la primera vuelta, la corta de 5 o 6 km, como siempre, tranquilos, controlando, disfrutando, En estos primeros kilómetros de disfruta mucho en Donosti ya que son cuesta abajo, bueno..luego subes al estadio pero como vas tan fresco pues ni se nota.

La primera vez que se pasa por dentro de Anoeta es superemocionante. Es la primera de tres, y la última ya es para quedarse, la ansiada meta.A partir de ese momento, ya sea por la nueva bajada, por la animación del público o porque ya has calentado y



te has quitado el agarrotamiento de los nervios, el caso es que todo el mundo empieza a correr que se las pela.



Yo también, a mi ritmo, pero también. Es curioso como sabiendo lo que tenemos que hacer y a los ritmos que debemos ir, luego durante la competición nos dejamos llevar y arriegamos. Quizá por que ese riesgo es lo que le da vidilla a la cosa.



El caso es que me estaba "embalando". Mi Polar me deciá que estaba rodando a 5´km en vez de al ritmo objetivo. Es decir, una burrada para mi. Pero bueno, me encontraba bien...

Primer paso por el punto en el que nos esperaban nuestras "santas". Animos y cara de sorpresa a l ver la buena cara y el buen correr que llevaba.



Me dicen que Fernando ha pasado hace 4-5 minuto, con lo que confirmo que, efectivamente voy demasiado deprisa...pero sigo...



La verdad es que esos kilometros son espectaculares, por la parte mas bonita de San Sebastián, viendo la playa y con el ánimo de los y las donostiarras. Todo lo que había leido sobre la afición de este pueblo y el respeto y el ánimo que trasmiten simplemente se queda corto. Espectacular también. "Ondo, ondo, oso ondo" (perdon si lo escribo mal) bien, venga, muy bien... animos y frases de animo en castellano y euskera se reparten generosamente hacia los corredores.



El momento, sin duda invita a disfrutar...aún dándonos cuenta que hemos pasado el 10k en poco mas de 50 minutos diría que casi MMP en 1ok...y eso en una maratón....evidentemente, como leí alguna vez, o todos los planetas estaban alineados e iba a hacer la c arrera de mi vida, o la petada iba a ser de campeonato..como así fué.



No importa, estoy pasandomelo como un enano. Esta foto me encanta. Curiosamente, esto corredores a los que estoy adelantando llegaron en 3:45 a meta. Ellos, no estaban por encima de sus posibilidades.



Es brutal, sigo adelantando corredores a un ritmo cómodo, rápido y constante. Por la Concha pega el viento más de cara. Sigo dando acelerones para alcanzar grupos de correddores que tengo unos metros más adelante. Por momentos, me salen kms a menos de 5 minutos. Llego a la altura de algún grupo, me refugio, adelanto para darles un relevo y taparles del viento. Me mantengo un rato y acelero otro poco hasta el siguiente grupo.

Todos los corredores que estoy pasando tienen mejor "pinta" que yo, más delgados, camiseta de tirantes de algún grupo atletico, ritmo constante.... Pero yo voy muy bien, me siento poderoso y decido continuar, un poco más calmado ya por la zona de la universidad, a que ocurra el milagro.

Pero lo milagros no existen en el atletismo, o por lo menos, muy pocas veces.

Hacia el kilómetro 20 empiezo a notar el bajón.... aun así, mantengo un ritmo algo inferior al ritmo objetivo (ahora me muevo por 5:30 km), tengo bastante margen y decido poner el piloto automático.



Segunda pasada por el puesto de las mujeres....muevos ánimos pero ya les digo que la cosa va regular y que ya veremos....

La cabeza empieza a mandar SMS muy negativos. La segunda pasada por el estadio de Anoeta se hace dificil ya que dice que todavía quedan 18 km para llegar.



Recurro a las barritas que llevo (no he querido los geles que teniamos en los puntos de encuentro) y empizo a comer. Tengo hambre. Las barritas me están sentando fatal


Mantengo como puedo un ritmo penoso, comiendo y bebiendo cosas que me están cayendo como un tiro.

La música del MP3 tampoco funciona o se ha parado.


Estoy pasando los peores momentos de mi corta historia maratoniana. A la falta de fuerzas se ha unido el bajón psicológico.


En menos de un par de kilometros me he puesto a más de 6-6;15 el km. Veo a lo lejos el coche escoba y me queda la de Dios para llegar....

Por primer vez me esta pegando el tío del mazo con toda su contundencia. Por primera vez me paro con la idea clara de abandonar....


La sensación de vacio cuando abandonas es toda una experiencia. Unido al cansancio físico, al frio y a la verguenza propia y ajena, hacen del momento algo para recordar.

Ahora es cuando hay que poner en propia experiencia eso de: lo que no te mata te hace más fuerte; lo importante no son las veces que te caes si no las veces que te levanta y ese tipo de cosas...

Eso, también es positivo. Hasta del momento peor hay que ver una oportunidad. Y la experiencia para el futuro fué y es todavía clara: no volveré a llegar a ese punto jamás. (no digas nunca, jamás).



El resto, pues bueno, no muy bonito...andubimos más de tres kilómetros hasta llegar a Anoeta y al coche ( a lo tonto hize más de 34 km, lo que da, aún más rabia ya qye con 8 km de nada más hubiese completado la carrera). Por el camino vi los últimos kilómetros, metros de muchos corredores. Puede ver sus caras, les pude animar con gran emoción y puede reconocer a muchos que iban a mi ritmo durante parte de la carrera.


Por supuesto, me fuí sin entrar en el estadio ni recoger la medala ni nada. Sólo pensaba en llegar al parking, cambiarme y salir pitando de alli. De hecho, no pare hasta haber salido de Euskadi, ya en Burgos. No es que tenga nada contra este precioso país vasco...es que me apetecía salir de todo ese mal rollo. Hubiese sido lo mismo en Andalucía, Galicia, etc.



El 747 se extrelló. Afortunadamente, el aterrizaje forzoso no dejó víctimas.

De momento, Donosti 1 - Jose Luis 0.

Ya ajustaremos cuentas en 2010...




















No hay comentarios: